-Quiero que quede claro, Cami, si aceptas, ya sabes que no soy tuyo y tú no eres mía, esto es solo para pasar el rato- Me dijo en voz baja, asentí e inmediatamente después me tomó de la cabeza y me besó. No sé por qué estaba haciéndolo, quizás porque era demasiado hueona y no me importaba cómo, yo solo quería estar con él, porque lo amaba.

Todo empezó cuando al Erick le dieron mal un número y me terminó escribiendo. Ahí fue el comienzo de todo.

𝗍𝖾𝗋𝗆𝗂𝗇𝖺𝖽𝖺. Cuando chica siempre me reía de las personas que solían acomplejarse de lo que sentían hacía otra persona, vamos, ¿Qué tan difícil puede ser dominar tus sentimientos?.. muy difícil, si tan solo hubiera podido dominar estos sentimientos hacia mi flaitecito nada de esto hubiera ocurrido, pero bueno, tenemos que arriesgar cosas por los que amamos ¿Y yo? yo amo a este flaitecito

Si, me enganché del weon flaitesito canchero que me dedico morena cachetona.

Ninguno supo nada del otro después de esa noche en la discoteca. Ella solo sabía que se llamaba Carlos, que se le achinaban los ojitos cuando sonreía, que era de Punta Arenas y que le había dado los mejores besos de su vida. Él sabía que se llamaba Anaís, que era la mujer más bonita que había visto y que en la clavícula tenía un pequeño tatuaje de luna.

después de varios engaños por parte de el, ella se da cuenta y decide colocarle un final a la relación, pero como dicen por ahí el primer amor es el que siempre recordarás por qué fue a quien aprendiste amar.

-Perdóname, lo que menos quería era lastimarte, Helena mira dame una oportunidad y te prometo que no la voy a cagar. -Erick no sé- debati unos momentos. -Helena yo te quiero y se que la cague pero déjame arreglarlo, confía en mi- toma mis manos- Eri la única mina con la que quiero estar. . . . En este punto es donde debes preguntarte, ¿Qué estas dispuesto a hacer por la persona que amas?. ¿Que estas dispuesto a perdonar?. ¿A que renunciar?. Erick y Helena. . . . Miky Woodz ~Amigos en común~ Use esta canciona pa' inspirarme y escribir esta linda historia. Ojala les guste.

24 años, tatuajes por doquier y dientes completamente perfectos como me gustaban, ojos terriblemente irresistibles y un ego tremendo al llamarse a él mismo Boladios.

Las reglas están para romperse, ¿o no?

Le diste sentido a lo que vieran mis ojos, cuando nada tenía ahí permaneciste, luchando conmigo en los días más grises...