Prohibido ©
Y allí estaba ella, mirándolo con aquellos ojos verdosos que parecían decir a gritos su inocencia, o hablándole en aquel tono bajo que a veces en sus más remotos sueños le susurraba su nombre; su promesa. Y ella lo conquistaba, lo seducía con aquellos ojos verdes, o con el suave tono de su voz. Y ella lo incitaba a pe...