Las grandes obras de arte, los amores más duraderos y las aventuras más enriquecedoras siempre han brotado de las circunstancias más adversas y de los entornos más hostiles. Por lo tanto, no podemos sino sucumbir ante los vicios más aduladores de la naturaleza humana, embriagarse con los licores más enloquecedores de la delincuencia, estremecerse ante los venenos más ardientes de la vida y bucear entre las fragancias más perversas de la crueldad terrenal para alcanzar el idílico deleite de una paradisíaca existencia. Esta obra (Lujuria entre Armas) está sujeta a los derechos de explotación exclusiva al autor @ChaoPesca0. Edición 2019 ©