Mi nombre es Michael. Las personas dicen que estoy loco pero a penas tengo 17 años, me gusta andar en bicicleta y hablar con las personas. Sólo soy un chico que le suceden cosas malas, bueno eso dicen mis amigos. Desde que estoy dentro de esta caja blanca mis amigos vienen más seguido, me lastiman y luego me hacen llorar. Mis padres ya no me visitan más, dicen que estoy mejor aquí, lo que ellos no saben es que también tengo miedo, y en especial a las mujeres que traen ropa blanca, porque siempre me colocan jeringas con un liquido y me ponen a dormir. Tengo miedo a la oscuridad porque la mayoría de las veces mis amigos me molestan con sus voces y no puedo dormir. Lo único por lo que despierto cada mañana es por Helena la chica de vestido, cabello y zapatos negro, sus ojos marrones y sus labios pintados de color carmín. Espero salir pronto de aquí para verla.

Las colinas desoladas por la bruma se reflejaban en los ojos de una demacrada anciana. Sentada desde su porche, recuerdos nostálgicos llenaban el aroma de las flores dispersas. Quizás su cuerpo estuviera aquí, pero su mente viajaba muy lejos. - Cuenta la leyenda que una vez, hace mucho tiempo, un mago se enamoró de la luna. Sobre su regazo, una niña preciosa la escuchaba atentamente, sedienta de nuevas historias. - ¿Y qué pasó? - Preguntó ella con su pequeña voz. La pobre anciana sonrió con una tristeza tan profunda como el mar. - Se convirtió... en un monstruo. ---------------- © Todos los derechos reservados. Obra registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual. Registro Safe Creative: 1804286801721