Jack Frost.
Él era frío. Era una helada de Diciembre y unos ojos azules llenos de esperanza. Una sonrisa sincera y un corazón roto. Invisible. Se decía a si mismo. Curioso. Como un niño. Inocente. Era la diversión personificada. Libre. Pero solo. Siempre solo. Un poco abandonado. Llegar al mundo sin razón ni motivo. O tal vez si...