¡EN FÍSICO Y DIGITAL A TRAVÉS DE AMAZON! «La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.» -Oscar Wilde

(+18) [Completa] El regreso de Bastian Derking a la ciudad de San Diego, luego de unos extensos quince años, descolocó a quienes lo recordaban como un pequeño ángel caído de los cielos. Sobre todo a Deva Connor, causando que sintiera suma curiosidad por la vida de quien habia sido su amigo de la infancia. Sin embargo, al descubrir que es un actor para el entretenimiento adulto, todo lo que habia imaginado de él se desvaneció a sus pies. Con la necesidad de crear una excelente tesis para graduarse y cumplir el sueño de ser la mejor camarógrafa cinematográfica, acompañada de una inmensa curiosidad por saciar, le propone filmar una pelicula donde él revelaría parte de su mundo oscuro y perverso, demostrando la lujuria que emana en cada escenario y la sed sádica que se genera en su interior. Cuando creía que solo seria una simple filmación, nunca imaginó que necesitaría que Bastian le enseñara su trabajo con sus propias manos. ••• •Portada diseñada por moon_greyyy Todos los derechos reservados.

Emilia no sabía que el hecho de que su familia se fuera de vacaciones en fechas festivas y que su imposibilidad de subirse a aviones, harían de su navidad algo mucho mejor de lo que ella esperaba. Porque cuando la propuesta de fingir con Jamie llega una tarde a su trabajo, su lado bondadoso le impide negarse. Una aventura encubierta de mentiras, secretos, miedos callados y bastantes provocaciones, que puede culminar en algo que sea todo, menos falso.

«Todo lo que quiero» La única preocupación de Ellie es que su reputación y que su estatus social se mantenga donde ha estado los últimos 6 años. Junto a tener que evitar enamorarse a toda costa de un escritor con tatuajes que parece tener sus ojos en ella. Y quien, además, parece ser su nuevo vecino. (CORRIGIENDO)

Padre mío... concédeme la espada para arrancar de raíz al demonio que se atreve a mancillar tu altar. Dame la fuerza para quebrar sus huesos y silenciar su voz, aunque sangre mis manos en el intento. Enséñame a mirar a los ojos a aquello que me devora... sin temblar. Oh Señor... si no puedes salvarme, al menos déjame hundirlo en el infierno antes de caer.