Una amistad los unió primero, una tragedia lo hizo después. Se volvieron inseparables, hasta que fue imposible respirar el mismo aire del otro. ¿Cómo es posible que un vínculo inocente se haya convertido en un tortura? Es lo que Raoul y Agoney se preguntan cada día, cuando los ojos contrarios piden más que una miraba y cuando un abrazo pide ir más allá. Sus cuerpos necesitaban más del otro, pero sus mentes tenían claro que no debían. A pesar de eso, en aquel faro del Fin Del Mundo, sus cuerpos prefirieron no escuchar.

Después de que una bomba casi acabe con la vida del hijo de la presidenta, decide ponerse en manos de Raoul Vázquez, un guardaespaldas huraño que, en ocasiones, parece tener más ganas de matarlo que los mismos que lo amenazan. Guardaespaldas y protegido tendrán que tratar de llevarse bien mientras tratan de averiguar quién quiere matarlo para hacer daño a su madre. Portada hecha por @aestheticnoher

Agoney y Raoul son vecinos. Nota: Son mini-historias sin tener mucho en común unas con otras. Las tres primeras del especial Adviento-Navidad de mi LJ. Pronto más...

¿Qué pasa cuando algo más que el simple cariño empieza a surgir entre un chico y el hermano pequeño de su mejor amigo? ≈ Agoney y Raoul se conocían desde siempre, y nunca imaginaron que un impulso haría tambalear todo el orden de su vida. - Fanfic Ragoney -

Después de todo el verano sin bailar a causa de una lesión, Raoul se reincorpora en su academia sin tener en cuenta que los daños colaterales de su lesión no serán su mayor problema ese año, pues Agoney, el nuevo y joven coreógrafo de la compañía, pondrá su mundo interior del revés al compartir ambos mucho más que su pasión por la danza.

- Me olvidaré de ti, no pasaré ni un puto segundo de mi vida pensando en ti. - Fallarás en el intento, y ambos lo sabemos - susurra sobre sus labios - Vayas donde vayas, estés en donde estés, siempre estaré contigo, siempre estaré detrás de ti. Raoul está dispuesto a dejar atrás cada día, cada minuto y cada segundo que vivió dentro de prisión, porque esos ojos oscuros y esas manos firmes que tantas veces le sujetaron, fueron su mayor error. Pero, ¿Es posible disfrutar de la libertad cuando te sientes aferrado a alguien? ¿Es posible necesitar algo que odias? El infierno que creyó vivir por meses no se compara con el calvario que le espera fuera gracias al recuerdo de Agoney.

Imaginad un mundo regido en una ligera e inestable armonía por 4 tipos de criaturas: humanos, vampiros, druidas y hombres lobos. Imaginad que ese mundo no solo existiera, sino que además fuera el que habitáis, ese que os rodea y os engulle a diario, ese que a veces os sumerge en un laberinto de asfixiante normalidad. Imaginad que yo llegué para abriros los ojos a una esencia, de la que, quizás (y solo quizás) algún lector trata en vano de huir. Imaginad que, entre tanta confusión, un chico solo trata de hacer lo correcto y un niño de sobrevivir a su propio yo. Todo aquel que se adentre en esta historia debe saber de antemano que no sólo lo hace en un mundo de fantasía y coraje sino en un fanfic Ragoney. Por tanto, y aunque no de una forma ortodoxa, lo hace en un amor homosexual. Si no sois heteronormativos de pensamiento os invito a volar y disfrutar de un cuento que ni es de amor, ni de lobos y vampiros y que buscara haceros reír, llorar, volar, amar y odiar al mismo tiempo.

Dos almas se reencuentran entre cascos y crines, entre arena y alfalfa, entre risas y confesiones. ¡¡¡ Esto es ficción, sólo ficción y nada más que ficción !!! ¡Ojo! Contenido adulto. Si no te sientes a gusto con ello no sigas leyendo.

Agoney está acostumbrado a saltarse las normas, por ello su vida da un giro al verse obligado a formar parte del equipo del instituto de un deporte con tantas reglas como el baloncesto. ¿Aprenderá a jugar o acabará matando al pequeño capitán del equipo?

Barcelona 1959. Raoul Vázquez es el más joven de una familia catalana, suficientemente rica para vivir bien y permitirse muchos lujos prohibidos para otros. Agoney Hernández, prefiere que nadie de su entorno sepa a que dedica sus noches. Un local situado entre los callejones de la ciudad hará que ambos jovenes se encuentren a solas en una habitación impregnada de olor a alcohol y cigarrillo, con melodias de blues sonando de fondo.