Por decisión propia, una joven aspirante a guerra se muda a aquel pueblo donde los demás aldeanos no han querido ni pisar tierra, dicen que allí los dioses parecen estar en descontrol y que sus habitantes son los que provocan el terror. ¿Descabellado, no? Eso pensó la chica, solo se trata de un pueblo extravagante con pocas leyes... ¿Cierto? Karmalan será su nuevo hogar, y sus habitantes sus nuevos guías en el descenso a la locura. ┈───────────────┈ 〰NO ES UN FANFIC DE STREAMERS. Si vienes buscando esto pues este no es el lugar, odio que fantaseen con los streamers/youtubers por eso es que tomaré las skins y los nombres pero crearé personalidades distintas, más que nada para separar el personaje del intérprete. 〰️Karmaland y tu, pues básicamente los (Character x You) dan visitas y eso quiero. 〰️MULTISHIPPER; tengo planeado hacer que todos interactuen entre todos convirtiéndolos en una especie de relación de poligamia. 〰️HABRÁ ROMANCE CON TODOS ENTRE TODOS, respeto los gustos de cada quien y por eso planeo hacer romances con todos sin tener que recurrir a los one-shots. 〰️Habrá mucho drama y temas relacionados con los directos. 〰️Posibles muertes y enfrentamientos, no me odien por hacer el mal. 〰Dudo en hacer smut explícito, me incomoda bastante y tendré que pedirle ayuda a mis compañeros.

Los defensores y guerreros de Karmaland tendrán que regresar a su hogar después de las amenazas que este ha sufrido. ¿Lograrán defender su hogar juntos? ¿O causarán la destrucción de este? 13/Febrero/2020

_____ no quería conocerla, no quería conocer a la novia de su mejor amigo.

-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El destino debía de estar divirtiéndose mucho conmigo, porque no paraba de hacerme jugarretas como esta. Me fijé en su aspecto, sabía que en su cabeza él hacía exactamente lo mismo que yo, nos analizábamos. Tenía el cabello más corto que la última vez que nos habíamos visto las caras, sus brazos seguían igual de fuertes, y sus ojos igual de azules. -¿Es que acaso os conocéis? -preguntó una voz. En cuanto hizo la pregunta, mantuve mi aspecto erguido, dominante, fuerte. Levanté el mentón para mirarlo directamente a los ojos.