Bajo la misma arepa
Iba caminando por el parque, disfrutaba plenamente del hermoso paisaje sin distracción alguna, pero marico estaba allí tan cerca, un carro de perros calientes, mano mataría por uno, veo mi bolsillo y lo único que hay son tres pelusas y una chapa. Desilusionado, seguí mi camino pero de repente ¡BUM! un poste viviente...