Juanjo y Martin tienen un plan: demostrarle a su amiga que el sexo no siempre acaba en amor. ¿El método? Vivirlo en primera persona. Solo una noche, sin dramas ni sentimientos, y todo por la ciencia. ¿Qué puede salir mal?

Cuando eran niños, Juanjo y Martin se conocieron en Gran Canaria. Tras darse un primer beso que les cambió la vida, vivieron un verano lleno de aventuras, compartiendo secretos y forjando una amistad especial. Al final de las vacaciones, sus vidas tomaron rumbos distintos y tuvieron que separarse. Ocho años después, sus caminos se cruzan de nuevo, pero sin reconocerse. ¿Serán capaces de recordar que son los mismos que nunca se borraron de la mente del otro durante todos estos años?

Juanjo y Martin se conocieron siendo niños, con ocho y siete años respectivamente. Desde el primer día se volvieron inseparables, compartiendo juegos, risas y secretos. Nadie podía imaginarse a uno sin el otro... hasta que, de repente, Juanjo desapareció sin explicación alguna, dejando a Martin con una herida difícil de cerrar. Cinco años después, Juanjo regresa como si nada hubiera pasado, pero para Martin ya nada es igual. Dolido y desconfiado, decide no ponérselo fácil. La amistad de su infancia parece un recuerdo lejano y Martin está decidido a mantenerlo fuera de su vida. Sin embargo, ¿será capaz de ignorar los lazos del pasado? ¿Podrá tratar a Juanjo como a un simple conocido, o los recuerdos de lo que una vez fueron terminarán rompiendo las barreras que ha construido?

Un recardelino es una preciosa ave de plumaje colorido que vuela por los pueblos, pero concretamente en Magallón es una forma común de apodar a los niños movidos, como por ejemplo, nuestro protagonista, Juanjo, el cual a través de su album musical nos ha contado su vida desde que era pequeño hasta la actualidad, pero... ¿Como sería poder leer algunas pequeñas historias de amor entre Martin y él a través de los nombres de las canciones de su álbum...?

Los veranos en Castué siempre eran los favoritos de Juanjo. Organizaba desde el primer día hasta el último como si le fuera la vida en ello. Esperaba con ansia todo el invierno a que llegara el primer día de Julio y reencontrarse con todos sus amigos de verano. Para Martin, era su primer verano en Castué. Ese pueblo aragonés, perdido en medio del bosque, del que su mejor amiga Nora siempre la hablaba. Su primer encuentro con el calor seco, las risas a deshoras, los pies descalzos a orillas del río. Y con Juanjo. Juanjo no esperaba que alguien pudiera desordenarle así el verano. Martin tampoco sabía que en un pueblo tan pequeño podía encontrar tanto. Entre paseos por el río, tardes en la piscina y silencios que queman más que el sol, algo empieza a cambiar. Y aunque Castué no salga en los mapas, ese verano se va a quedar marcado para siempre.

Juanjo jamás había dejado de cumplir una norma. Quizá tan solo una vez en su vida, de joven, y se arrepentía. Para Martin, las normas estaban para llevarlas al límite y, en caso de ser posible, saltárselas. A Juanjo, la rutina le daba seguridad, le mantenía en su zona de confort. A Martin, le aburría y la evitaba a toda costa, buscaba cómo romperla. Juanjo necesitaba que todo estuviese bajo control. Martin, fluía desenfadadamente por donde la vida le llevaba. Conocerse les cambió la vida a los dos... inesperadamente. La vida a veces es como una escena de película. Dependiendo del momento sería una película de vaqueros, una comedia romántica o bien familiar, una de ciencia ficción... Ya veremos que nos va deparando cada día.

Juanjo y Martin lo perdieron todo: la amistad, el amor, la confianza. Ahora tras una tragedia, Sofía, una niña que tiene los ojos y la sonrisa de sus mejores amigos, será el único lazo que les quede. ¿Podrán dejar atrás lo que los separó... por ella?

Martin encuentra en internet una oportunidad única: mudarse a Madrid para vivir en la casa de un anciano solitario a cambio del pago de una pequeña renta y compañía. Paco, un hombre gruñón y reservado, no tiene interés en compartir su espacio e intenta deshacerse de él. Juanjo por su parte, visita a Paco casi a diario, cumpliendo con la promesa hecha a su madre de echarle un ojo al antiguo amigo de su abuelo; aunque no admita cuánto disfruta pasando su tiempo con el mayor. Los dos jóvenes se van descubriendo, mientras Paco se convierte, sin quererlo, en el hilo conductor que los lleva a enfrentar su pasado y replantearse su futuro.

Donde Martin no soporta a su jefe multimillonario, o donde Juanjo se despierta con su asistente en una cama de hotel.

En el glamuroso mundo del cine, Juanjo Bona y Martin Urrutia se encuentran como los protagonistas de una película musical que promete ser un hito en sus carreras. God Only Knows. Juanjo, un actor carismático pero reservado, no esperaba mucho de Martin, un compañero cuyo rostro conocía de carteles, pero no de encuentros reales. Por otro lado, Martin, influenciado por rumores maliciosos, llega al set con una barrera emocional y una actitud cortante hacia Juanjo. Desde el primer día de rodaje, las tensiones son palpables. Los enfrentamientos entre ambos no tardan en surgir, pero a medida que la historia que interpretan en pantalla se despliega, algo cambia. Las intensas escenas románticas y las emociones desbordantes del guion comienzan a confundir los límites entre ficción y realidad. Lo que empieza como un choque de egos se transforma en una conexión innegable que ambos intentan resistir. En medio de luces, cámaras y un guion que refleja su propia vulnerabilidad, Juanjo y Martin se enfrentan a sentimientos que no pueden controlar. Entre el brillo del set y las sombras de sus propios miedos, ambos tendrán que decidir si lo que sienten es solo actuación... o si están listos para arriesgarlo todo por algo más real.