Seduciendo al destino
Realmente nunca culpé a mi asesino. Lo que pasa, vuelve y todo eso. He vivido una vida plena. Un estudiante. Un maestro. Un hombre de negocios. Un carnicero. Pero nunca pensé que terminaría siendo un mago. Ahora tengo 24 horas para dormir con un personaje ficticio, o ser borrado de esta nueva realidad. Esta vez, para...