A Dixon Russo nadie le dice que no. Un mafioso en el bajo mundo y un empresario exitoso ante el ojo público, considerado un demonio destructivo y ambicioso, determinado siempre a conseguir lo que quiere y obtenerlo a cualquier costo, hasta que llega ella: una mujer de la que no conoce nada y la cual no cede a sus encantos. Obsesionado, inicia una búsqueda para hallarla y poseerla, sin saber que a quien más busca, puede estar más cerca de lo que imagina.

Hace milenios fue maldecida con el don de la muerte. Hoy día, aquello queda muy atrás. Medusa se ha abierto paso por la vida, sola, durante más tiempo del que recuerda. La maldición de Atenea ha sido un peso más grande que el mismo mundo. Su odio por los olímpicos no ha menguado durante toda su vida. Nada podría hacerla regresar a Grecia, al Olimpo, o junto a... él. O eso pensaba ella. Poseidón se enamoró una vez. Sólo una, hace siglos. Pero ese amor le fue arrebatado mucho tiempo atrás. Hoy, las paredes del Tártaro se han agrietado, pero nada parece haber escapado de aquella profunda prisión. O eso pensaba él, hasta que la única mujer que hace temblar su pecho aparece de nuevo en su vida, con la fuerza de mil huracanes. No permito adaptaciones o copias. Si alguien desea tomar esta historia como inspiración para otra, por favor, que me contacte primero.

Elise llevaba casi mil años escondiéndose. Como hermana de Damon, el rey vampiro, estaba protegida de lo que más temía, los hombres. Ahora, tenía que dejar todo lo que conocía y casarse con un príncipe vamp…que no iba a permitir que se escondiera de él. Registrada en safecreative. Código: 1408251820245 Fecha 25-ago-2014 12:49 UTC Licencia: All rights reserved

Tawny se encuentra huyendo de Cole. Ayreh Coleman Hell El Alpha más... ¿Como decirlo amablemente? ¿Cómo decir que es el Alpha del que nadie deseaba huir porque sabían la clases de muerte que les esperaba si huían? Porque no podían escapar de él, al menos no tan fácilmente. - Él no es el Alpha de la manada más grande, pero sí el de la más fuerte. - Él no es el Alpha más amoroso con su manada, pero si el más confiable. - Seguramente no sea el más famoso, pero si el más poderoso. - No es el Alpha más inteligente, pero si el más ágil. - No es el Alpha más cuerdo, pero tal vez si sea el más cruel. - No se deja guiar por su lado humano, por lo que su instinto predomina. - No tiene un lobo en su interior diciéndole que hacer él es el lobo. - Y no es el Alpha más amado, pero si el más temido. - No es el Alpha más cariñoso, pero si el más celoso con lo que es suyo. Y lo que considera suyo, es una Omega que salió huyendo al escuchar algo que no debía escuchar. Huir cuando no debía huir. Y ese fue su error, pero no solo fue eso. Sino también huir cuando tenía que quedarse a su lado. Porque era su deber. Porque le ocultó algo a quién no debería haberle ocultado nada. Porque él lo sabía todo de ella. Y pensó que podría escapar. Porque él olía a muerte, miedo y terror, pero para ella olía a hogar, olía a canela, jengibre y cuero, aromas que tenía que tener en su piel. ... Advertencia. - Hombres lobo. - Capítulos cortos. - Suaves o leves menciones de violencia, obsesión y relaciones sexuales. Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES.

Holland era muy diferente al resto de su manada. Todas las personas en su manada la conocían, ella ignoraba que era la misma razón por la que nadie que quería salir con ella, aunque su especie fuera muy tentadora, al ser una preciosa Omega, todos sabían que era una coneja. Y a ningún lobo le agradaban las conejas. ¿Cierto? Ella lo supó cuando al final de la secundaria había tomado todo su valor para confesarse a su ex mejor amigo. "Eres una coneja" Había dicho con asco. "¿Eso es un problema?" Fue entonces cuando entendió lo que él había querido decir. "Los conejos no son fieles. Ustedes no son como nosotros." Había regresado a su casa llorando, preguntándoles a sus padres adoptivos por ello, su corazón se rompió cuando le dijeron que la frase "Follar como conejos" No era sólo un dicho, lo era peor para ella que era una Omega. Era una débil y simple Omega coneja. Era tan dulce que se asqueaba a sí misma, y no encontraba quién soportará su dulzura. Al menos no alguien que tuviera un poco de esa dulzura en su vida... Porque ¿Todos tenían algo dulce en su vida, Cierto? No, no todos. Había alguien que no, quién no tenía una pizca de dulce en su vida. Y ese alguien estaba dispuesto a tomar la dulzura de ese peluche de algodón para hacerla suya. Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES.

Monique está pérdida, no encuentra salida alguna más que un horrible intento de suicidio, decide acabar con su vida para no tener que seguir soportando sus problemas como siempre. Un intento de familia que escapó dejándola con tantas deudas que su sueldo de secretaria en una clínica no muy exitosa ni siquiera le alcanzaba para pagar lo básico. ¡Basta! Ella no era de los seres humanos fuertes que soportan lo que fuera, tan débil que no iba a soportarlo más. Moriría este invierno, todo se solucionaría después de la muerte, porque no sería una carga para la sociedad. Como un pequeño control para ejercer por última vez en su vida, decidiría cómo morir. Creyó que lanzarse al agua solucionaría sus problemas, sino la mataba la caída, el agua haría su trabajo, si el agua no daba resultado el frío del invierno se encargaría de detener su corazón, si su corazón no se detenía por el frío, lo haría por las pastillas somníferas y el veneno ingerido horas antes. Todo lo que ella hacía, lo hacía bien, lo hacía tan bien que no fallaba, no le gustaba fallar, pero falló en la vida no iba a fallar en su muerte, o eso creyó al repasar el plan numerables veces estando segura que no había ninguna otra solución. Su plan no había calculado la aparición de Iván, un ser que impidió sus planes, hizo fallar su plan infalible, la hizo fallar en su suicidio, la hizo fallar en terminar con su vida, y casi le ofreció una nueva. Sus dedos y manos no eran fríos, su mirada seria no le asustaba, el que tuviera una forma peculiar de alimentarse al resto de humanos sólo era un par de sus defectos, eso aparte que encontrará una extraña adicción por su sangre. Todo eso hizo colapsar su plan, le hizo pensar que tal vez vivir esta pequeña parte de tiempo que tenía la oportunidad de vivir, tal vez sólo tal vez si valía la pena. • Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS

Violette Anderson es la chica que esperas que te salude a la mañana en la escuela, amable, femenina, inteligente y la mejor en todo. Literalmente. Todos la conocen por el apodo "La Duquesa" ya que su familia era una de la mas ricas, y por su actitud. Todo su futuro lo planeaba ella. Y a pesar de siempre mostrar la imagen perfecta, solo los que la conocían sabian como era en realidad. Todo se le fue abajo cuando sus padres desvían su destino. ¿Los matrimonios arreglados siguen existiendo?, al parecer si. Al ser unos ausentes padres, no fue mucha la sorpresa de Violette, pero si mucho enojo. Eros Wild era uno de los mas sobresalientes de toda la ciudad, con fama de dominante, magnate y apuesto, pero también solitario. Su apodo era el mas alto, "El Rey" Todo cambia cuando se casa con la pequeña Violette, y para asegurarse de tapar lo arreglado, su matrimonio luce feliz en las camaras. Pero no detras de ellas. Ambos tenian planes distintos durante su estadía juntos, Eros iba por lo que queria, demostrando ser quien mandaba y quien imponia las reglas. Mientras que Violette, sacaba poco a poco su esencia, la que ocultaba de todos, y la que seria la perdición de el. Eros seria otras de las victorias de Violette, porque ella siempre ganaba. +18 1° Relojes y Corbatas