Mis Malditos Vecinos
Los hermanos DiSalvo llegaron a mi vida como llegan las cosas que van a durar para siempre: sin manuales, ni advertencias. Sus sonrisas astutas, sus ojos sin mellas ni defectos, el carácter de tres polos y los abdominales definidos como una deliciosa tableta de chocolate fueron capaces de volver loca a más de una. Tod...