España pasa por un conflicto bélico, Alba, vive con su familia en un pequeño pueblo del norte, no tienen permiso para cazar, por lo que viven de una pequeña huerta y de intercambios que no están permitidos, su pueblo está vigilado por militares para mantenerles bajo control, sin embargo, Natalia es hija de un capitán militar, no tiene miedo a matar y vive cómodamente en la ciudad pero su padre la mandó a trabajar con una patrulla vigilando un pueblo, nunca pensaría lo difícil que se le iba a hacer lo que empezó por un trabajo en el que su padre la enchufó...

Nuevo Fanfic Albalia, espero que os guste, nos leemos!! Alba quedó inmediatamente hipnotizada por la belleza de la silueta... sus piernas largas y delgadas, descansaban una en semiflexión sobre el taburete y la otra apoyada en vertical en el suelo, sus caderas, cubiertas apenas por las manos de la joven atadas a su espalda a la altura de los glúteos con unas cuerdas blancas algo toscas, permanecían sobre la sábana roja que hacía un claro contraste con su piel ligeramente bronceada pero sin una sola marca para ser ya junio. Alba casi podía sentir la inmensa sensualidad femenina que desprendía aquella chica mientras contemplaba ascendentemente los matices que los músculos de su espalda remarcaban. El cabello negro, caía suave y ligero por cuello, tan natural que parecía que se hubiera levantado recientemente de la cama. Entonces, quien debía ser la profesora, dio una indicación, y la modelo se giró un poco más dejando a la vista de Alba uno de sus pechos... le pareció hermoso, toda ella era armónica, con cadencias y sobresaltos, todo al mismo tiempo, lo cual resultaba excitantemente embriagador. Alba subió la mirada que hasta ahora se había quedado absorta en la plenitud de aquel seno y el contraste oscuro y turgente de su pezón, retuvo en sus retinas la subida por aquel nervioso cuello, por aquella barbilla altiva pero suave y de pronto las comisuras de los labios de la modelo se alzaron. Sorprendida, Alba alzó la mirada, y los ojos de la chica se clavaron en los suyos atrapándola por entero. El corazón de Alba golpeó con violencia su pecho, el pulso se aceleró y el calor llegó hasta sus mejillas, la joven que posaba serena sonrió con mayor amplitud y picardía, y Alba fue consciente en aquel momento de lo que estaba haciendo, la habían pillado embobada... sofocada y avergonzada se echó a un lado de la puerta mientras recobraba el aire. "¡Diosss... que vergüenza!" Reedicion fic Hospital Central.

Se puede decir ahora que Alba Reche, ganadora de la última edición de Operación Triunfo, se encuentra en su mayor momento de auge en la industria musical. Tiene fans a montones, vende discos como si fueran caramelos, las discográficas se pelean por ella... Pero un día en el que todo parece irle de pena, se cruza con una chica que, a sus ojos, resulta ser la persona más desagradable, despreocupada y chulesca de todo Madrid. Además de que parece no tener ni idea de saber quién es Alba. Natalia Lacunza necesita un trabajo más que respirar, y que justo ese día le ofrezcan ser la asistenta de la tía con la que acaba de tener un encontronazo no parece un buen plan. No obstante, rechazar el empleo no entra dentro de sus posibilidades. PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN.

Natalia Lacunza lo tiene todo. Futura heredera de una de las bodegas más prestigiosas del país, joven, inteligente, rica y atractiva, ve como la vida pasa por su lado sin poder disfrutar plenamente de ella. Una vivencia en su pasado, maniata su capacidad de entregarse física y mentalmente a otras mujeres, cuando en medio de su controlado mundo de supervivencia, Alba Reche, una inusual y carismática mujer, se cruzará en su camino de la forma más inverosímil, abriéndole una puerta que no creía necesitar. Juntas entablarán una relación comercial que las arrastrará sin esperárselo a profundizar en sus miedos y verdades. Algo que parecía fácil y seguro, se convertirá en el huracán que arrasará por completo sus cómodas vidas. Reedicion fic Hospital Central.

No sé como hablarte. Tengo la necesidad de conocerte. Pero me faltan las palabras, ojalá me sobraran. No es bueno mirarte, pero ya se ha convertido en rutina y de alguna forma es lo que me hace seguir adelante con el día. Te juro que me haces sentir viva, más viva de lo que jamas hubiera deseado.