El androide RK800, mejor conocido como "Connor", fue asignado a la misión de los divergentes junto al teniente Anderson, con el objetivo de enviar informes diarios a CyberLife sobre los imperfectos de éstos. Sin embargo, ahora las cosas han cambiado, los androides tienen casi los mismos derechos que los humanos y ya no tienen que servirle a nadie. Connor no puede evitar registrar sus informes diarios, por lo que no los dejará de lado. Y a falta de divergentes revoltosos, sólo le queda hablar de su compañero. Dibujo hecho por: plastic_bridge; yo sólo le agregué el título.

Ahora en la ciudad de Detroit humanos y androides conviven como iguales tras un largo año en el cual los divergentes protestaron por obtener sus propios derechos y ser considerados como seres vivientes. Connor y Hank, aquellos que habían comenzado con el pie izquierdo, ahora eran una pareja conocida por ser la primera en surgir cuando los humanos fueron evacuados de la ciudad; pues Hank permaneció en Detroit, conviviendo con los androides como si nada. Sin temor alguno hacia ellos.

Connor después de la liberación de los androides, termina quedándose con Hank al no haber más espacio en Ciber Life, se le deja acargo de los casos en los que se vean entrometidos androides y anti-androides, ya que apenas unos meses después no hay leyes que protegan como tal a los androides. Connor por tratar de sostener lo más saludable posible a Hank, termina por confiarse y desencadenar "nuevos sentimientos" en su sistema.