Becca en cierto modo "no tiene vida". Se pasa el día en casa encerrada en su cuarto escuchando música o simplemente escuchando las horrendas peleas de sus padres. Ella, intenta sacar a su madre adelante, ya que sufre Violencia de Género y, de ése ve la vida: En blanco y negro. Pero llegará alguien y cambiará su teoría, dándole ver que también puede ser de dolor. - Duele, ¿Cierto? -Me interrumpió, seco. - ¿Lo qué? -Pregunté desconcertada, llevando mi mirada hacia él. -Sonreír, cuándo por dentro, estás mal. Cuándo haces una sonrisa falsa, intentando decirle a la gente que todo va bien, cuándo en realidad sabes que todo va cómo el puto culo. -¿Por qué lo dices? -Susurré, sabiendo que todo lo que decía era verdad. - Sé tu historia, Becca. Su mirada fue directa hacia mis muñecas y luego la alternó, llevándola a mis ojos. Bajé la cabeza y cerré los ojos, noté su tacto en mi barbilla y con un susurro se fue. - Con el tiempo aprendes a volar con las alas dañadas. Derechos Reservados®

:v