CARTAS DE UNA PRINCIPIANTE
Éstas van dirigidas a esas personitas cuyos nombres son desconocidos y sus ausencias: un regalo. Casi siempre me pasa que cuando algo me atrae y no sé cómo decirlo, ni a quien. Lo encierro en mi sótano de papel, y cuando lo abro de vez en cuando, me recuerda a la fuerza emocional que alguna vez tuve para meterlo ahí...