Saint Seiya: El gran amor de Atenea
Las doce llamas que marcaban el paso del tiempo en la torre del reloj de fuego ya se habían desvanecido. En el cielo nocturno, como tratando de aliviar las heridas de los jóvenes que por primera vez en la historia habían desafiado al Santuario, en la ya llamada batalla de las 12 casas, el resplandor de innumerables es...
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