venusedesborda
El francés de Seonghwa no es perfecto, pero ha anotado el número de promesas que Wooyoung y San se han hecho en la puerta del refrigerador para que no se les olvide cumplirlas, aunque éstos no sepan leerlas.
Veinticinco en vano, porque sólo hizo falta una para esparcir el fuego por las carreteras del destino. Lo recorrerían con la mente enmarañada, contemplando desde los rincones fragmentos de una época distinta a la suya. No morirían en vano si vivían por el otro.