¡Gracias, Masaomi-san!
Akashi Masaomi vio a través de la ventana de su auto, el día que prometía ser despejado y caluroso, se volvió lluvioso y ligeramente frio, las gotas de lluvia se deslizaban sobre la ventana y Masaomi se entretuvo mirándolas, así como las luces de la ciudad de Tokio y lo concurridas que eran las calles a pesar de la ll...