Wonderwall
Espero no hacerte daño
Se despertó con un dolor de cabeza horrible. Podía sentir cada uno de los golpes que tenía por el cuerpo y los moratones que se le agolpaban en la cara destacaban sobre su cuello rojizo. Aún no se había lavado la sangre de su contrincante del cuello y el torso. Se levantó lentamente sin apoyar prácticamente la rodilla...