Solan_Ar
- Reads 5,230
- Votes 516
- Parts 8
No hizo falta una pelea. Ni gritos. Ni portazos.
Solo bastó un día.
El día en que no llegué a tiempo para soplar las velas con él.
Franco y yo lo adoptamos cuando todavía éramos dos corredores intentando entender el amor más allá de la pista. Nuestro hijo. Nuestro pequeño campeón.
Pero la fama tiene un precio que no se paga con dinero. Y yo, Lando Norris, lo pagué sin darme cuenta: con tiempo. Con silencios. Con ausencias disfrazadas de compromisos ineludibles.
Franco intentó estar. Fue más firme, más presente. Yo... me alejé sin querer. Me perdí entre los podios, los contratos, las luces. Y un día, sin anunciarse, el quiebre llegó: una torta encendida, una mesa repleta... y su silla vacía de ilusión.
Él ya no me esperaba.
Desde ese instante, nada volvió a ser igual.
Ahora cargo con el eco de todo lo que no dije, con el vacío de cada abrazo que no di, y con una pregunta que me quema por dentro:
¿Es posible volver a ser el padre que tu hijo una vez necesitó, cuando ya no sos el que él quiere?