Si Brent Allen hubiese sido cobarde habría dejado que el acoso y las contantes burlas de sus compañeros por su sobrepeso y su alto coeficiente intelectual, lo destruyeran, sin embargo gracias a eso ha logrado ser lo que es ahora... Un hombre con poder, seguro de sí mismo, y atractivo, tal vez demasiado atractivo. La vida le ha sonreído bastante bien, así que para él su adolescencia es agua pasada, y lo ha superado, o eso creía hasta que el destino decida volver a cruzar su camino con el de la preciosa Ariana Butera, su principal tormento de juventud... ¿Cómo olvidarla si siempre fue tan hermosa? Él había estado profundamente enamorado de ella, pero ella simplemente se había dedicado a torturarlo de la manera en la que solamente una jovencita infinitamente bella, cruel y soberbia podría hacerlo. Han pasado diez años desde todo aquello, pero los años parecerán no haber transcurrido en cuanto Brenton la tenga enfrente una vez más... Los sentimientos volverán a fluir, y también el deseo de desquitarse. Sin embargo... él estará a punto de conocer a la verdadera Ariana, la que nadie conoce, la que esconde un secreto y un amargo dolor...

La vida les ha dado demasiados golpes a sus cortas edades. Ellos van por ahí sin rumbo, lastimados, destrozados, resignados. Ellos tienen roto el corazón. Ellos están incompletos. Ellos son sólo mitades... Damien Keegan es un soldado de las Fuerzas Armadas, hosco, frío y sin sentimientos. Ariana Butera bailarina de ballet, en cambio es toda dulzura a pesar de lo que la rodea. Ambos piensan que tienen todo perdido, pero la misma vida que se ha encargado de enseñarles duras lecciones, se ocupará de cruzar sus caminos. Una noche de pasión unirá a estos dos desconocidos para siempre en más de una manera, y lo que parecían ser las mitades de sus corazones encajarán perfectamente hasta unirse y formar uno entero.

El deseo de venganza es lo único que mantiene vivo a Emmet Garrett. El odio y el resentimiento son las dos únicas emociones que ha podido sentir durante los últimos diecinueve años. Sin embargo cuando obtenga la llave para vengarse se encontrará atrapado dentro de su propia trampa. Ariana Butera parecía perfecta para su venganza, pero no lo era, y eso fue algo que Emmet ni siquiera se esperó. Él no esperaba aquella incapacidad de herirla, tampoco la salvaje e instintiva necesidad de mantenerla protegida. Y aún menos esperaba terminar enamorado de ella. La hija del hombre que le destruyó la vida.