Aquí, solo por aquí º·
Le picaban los ojos, pero pretendía reír mientras calmaba aquel temor. Pero comenzó a escribir, y en las torres convertía sus ambiciones en relatos. Quizá reales, o ridículos. Y considero plasmarlos en oleadas llenas de ganas de volver, recobrar, y asentar sus sentimientos. Solamente en mágicas historias, que de segu...