Eran verdes, de igual color, pero de diferente tonalidad. Percy Jackson y su padilla habían obtenido su primera misión a manos de Hades, que clamaba el alma de un mago que había escapado de la muerte y justo cuando estaban por irse Demeter le da una misión a Percy, le encarga la búsqueda de su hijo Harry, un omega varón, que reside en Hogwarts y que ella desea lo traiga al campamento, a casa. Este acepta sin dudar partiendo al castillo encontrándose no solo con un grupo de serpientes protectoras, sino con su omega que se encuentra atrapado con ese chico Malfoy.

Las destino nunca meten su mano por mas injusta que sea la situación. A ellas les importa un comino lo que hagan los dioses, solo se dedican a cortar el hilo y a ver el destino de las personas, pues son lo único para lo que sirven, pero cuando cierto mago y semidiós se ven envueltos en una vieja rencilla por culpa de Afrodita intervienen no solo castigando a la diosa del amor, sino también haciendo pagar a los dioses que deben observar el destino de sus hijos impuestos por su culpa y su propia mano. Porque esa es la palabra clave entre Harry Potter y Percy Jackson. Destino, puto, destino

Porque así como la magia existe, también los dioses pueden ser reales. Percy y Harry viven sus aventuras mas cerca de lo que creen. *** Porque yo quiero, me da la gana y así va a hacerse porque está pareja tiene pocas razones del porque debería ser y yo quiero meterle más candela al fuego entre las 5 (creo) historias en las que e leído que Percy Jackson y Harry Potter presentan una relación más allá de lo fraternal. Estos son pequeños momentos entre en el cual junto ambos mundos que realmente presentan poca diferencia.