La habitación 133 debería ser el refugio de Nina al llegar a la universidad. Una llave. Una puerta. Un lugar donde empezar de cero. Pero entonces conoce a Nacho. El chico que todos creen perfecto, aunque él solo sea un invitado en La Casona: ese mundo donde las apariencias lo son todo, las miradas juzgan y donde nadie como Nina debería atreverse a entrar. Lo que parecía un simple cruce de caminos se convierte en algo imposible de ignorar. Silencios que pesan demasiado. Verdades que Nacho ha intentado enterrar... y una herida que lleva años escondida. Nina está a punto de abrirla, sin saber que lo que descubrirá podría cambiarlo todo. Y él ya no sabe si alejarla... o dejar que lo vea tal y como es. Porque la 133 no es solo una habitación. Es el lugar donde todo lo que han intentado controlar empieza a desmoronarse... y donde nada volverá a ser igual.

La poesía es el arte de sentir, de tocar los extremos del mundo con al alma y aún así seguir adelante. Aquí les dejo versos para sentir.