Sangre y fortuna
El cosquilleo de su estómago no hacía más aumentar, y su mano temblaba aún más cada vez que intentada detenerlo. Era irónico. La gente lo conocía como uno de los hombres más valientes y osados de toda la nación, pero a penas podía controlar los latidos acelerados de su corazón al pensar en ella. Tragó saliva y reunió...