A veces es necesario y primordial, escribir en una hoja en blanco como nos sentimos. Palabras necias, palabras cargadas de dolor, de amor, de sentimiento se posan sobre esta hoja, hoja del destino, hoja que contiene tanto, una hoja que puede recoger retazos de nuestra vida cotidiana y convertirlos en poesías, reflexiones y hasta frases las cuales nos llegan, nos inspira, nos alienta a demostrar nuestra capacidad de sentir. Posamos nuestra descomposición como personas, nuestra descomposición hecha sentimiento que demuestra que aún estamos vivos y sentimos cada anhelo de la vida. Descomposiciones hechos poemas, reflexiones y frases. Debería ser un delito, sentir tanto y no expresarlo, con todo lo que contamos para escribir, hasta la más mínima cosa nos inspira. Estas palabras expresan lo que este proyecto quiero que contenga, descomposiciones de cosas vividas diariamente, que no tienen en común nada más que lo cotidiano. Descomposición en su máximo esplendor, descomposición del vivir cotidiano hecho palabras que juntas contienen sentimientos, sentimientos de este ser puramente sentimental.

Antes de ir a vivir a la calle Leme, antes de conocer a Santino, Matt tuvo muchos lugares de residencia. Cuando decidió ser un fantasma guardián y acompañar a los vivos en sus aventuras, no se esperaba para nada a Azul. Y mucho menos tener que ayudarla a cocinar. ¿Preparado el horno? ¿Listos los recipientes? ¡Manos a la obra!

Como ser un buen fantasma (y no volver a morir en el intento) Matt tenía 16 años cuando dejó de estar vivo, aunque de eso pasó mucho tiempo ya. Ahora que aprendió a ser fantasma quiere compartir con ustedes su vivencias desde el lado más divertido y aconsejar a los futuros fantasmas para que no cometan tantos errores como el. Esta es la guía de cómo podrías ser un gran fantasma, la que a través de recomendaciones te guiará antes de pasar al siguiente plano.