La que te acosa es mi cámara, no yo.
Siempre me gustó la fotografía, me fascina cómo una pequeña cámara puede robar un segundo del tiempo para mantenerlo eterno en algún cuadro. Cuando era pequeña, mi mamá me enseñó todo lo que tenía que saber sobre ella: la iluminación, los ángulos, e incluso qué ropa era la más adecuada para ejercerla; y mi abuela, ya...