Doce adolescentes conviviendo bajo el mismo techo. Doce corazones debatiendo día a día. Mientras su mente se fija en un mundo, su corazón se fija en alguna persona. Excepto por algunos, que se fijan en comida, o incluso otros que no saben siquiera si tienen corazón. ¿Cómo vivir en una casa con una docena de personalidades diferentes haciéndose notar a cada segundo? Vivir con la insoportable y bipolar Géminis: -¡Hey! ¡Yo no soy bipolar! Charlar con la fría y supuestamente sin sentimientos Acuario: -¡Ah! Pero si me voy me extrañan, luego no me llamen. Compartir con el juguetón, pero lider Leo (a veces el centro de atención): -¡MIRA MAMA! ¡SOY FAMOSO! Estar cerca del muy serio, pero... ehmm... serio Capricornio: -Sin comentarios. O de la tierna y alocada Cáncer: -¡LO SABÍA! ¡SABÍA QUE ME AMABAS! Lo dudé cuando me comparaste con Géminis, ¡pero esto lo compensa todo! -¿Perdón? Yo soy incomparable. Sigue leyendo esta incomparable historia, como Géminis. Narrado desde el punto de vista de cada signo.

- ¿No te doy asco?- preguntó riéndo. - ¿Por qué me darías asco? - Soy todo un cliché y niño estupido. - Sí así te describes, déjame decirte que eres el cliché y niño estupido mas lindo del planeta.- sonreí.- ¡Ánimo! Ese corazoncito no tiene que sufrir por personas que no valen la pena. Finn sonrió. ⋆⋆Historia creada por mí.⋆⋆