Obra registrada en Safe Creative, Código: 1502243323513 (TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS LEGALMENTE). Historia basada en la serie The Walking Dead. Tanya, una joven militar llegara a una prisión donde forjara grandes amistades y relaciones. Juntos atravesaran muchos conflictos de los que lograran salir uniendo fuerzas. Puede el amor crecer en un mundo atestado de caminantes?? Vale la pena enamorarse en medio de un Apocalipsis?? El gran cazador, dejara entrar en su vida a una mujer, que le de esperanzas para continuar?...

Caminos diferentes, futuros diferentes ,unidos por una cosa en común: el fin... En un lugar de Atlanta, una chica sufre por la tragedia de su hermano Rick, mientras desempeñaba su labor de policía junto a su amigo de infancia Shane Walsh, _____ Grimes, se siente sola, debido a que su "cuñada" no la deja visitar a su hermano por un extraño odio que Lori le tiene a ____ desde hace mucho... Mientras tanto, en otro lugar de Atlanta, un cazador esta a punto de matar a un ciervo, cuando unas visitas inesperadas lo interrumpen, y lo separan para siempre de su padre, y el, Daryl Dixon, debe hayar la forma de encontrar a su hermano Merle y contarle lo sucedido, mientras que en el camino, se encuentra con quien sera el amor de su vida, _____ Grimes, pasara con ella un perdido de tiempo, hasta llegar a el campamento donde se quedaran hasta que los caminantes decidan, pero en algún momento la amistad se va a ir, y solo quedara amor, el que debido a algún descuido, puede acabar con sólo una mordida

-Esto tiene que ser una broma... -Dije con un fastidio notorio- Habría preferido que fueras un caminante... -No puede ser cierto, tú no puedes estar delante de mí... -dijo completamente confundido- Solté una pequeña risa cargada de prepotencia. El destino debía de estar divirtiéndose mucho conmigo, porque no paraba de hacerme jugarretas como esta. Me fijé en su aspecto, sabía que en su cabeza él hacía exactamente lo mismo que yo, nos analizábamos. Tenía el cabello más corto que la última vez que nos habíamos visto las caras, sus brazos seguían igual de fuertes, y sus ojos igual de azules. -¿Es que acaso os conocéis? -preguntó una voz. En cuanto hizo la pregunta, mantuve mi aspecto erguido, dominante, fuerte. Levanté el mentón para mirarlo directamente a los ojos.