Sabrina nunca imaginó que dejar Buenos Aires tras finalizar la secundaria con honores la llevaría a un set de cine en Estados Unidos ni mucho menos a cruzarse con Miguel Mora, un estrella en ascenso que, detrás de las cámaras, solo es un chico que busca cumplir sus sueños Ella es practicante de maquillaje. Él está en pleno rodaje. Ella solo quiere aprender. Él solo quiere dirigir. Y lo que empieza como dos vidas que rozan por accidente, comienza a transformarse en un vínculo silencioso que ninguno de los dos esperaba.