Champagne Problems
Peleamos como perros y gatos, gritamos hasta quedarnos afónicos, ponernos juntos es como un encender un fósforo en una gasolinera. Y aun así me volvía loco de celos cada que Andrés tomaba su mano. Quizás Joaquín tenía razón y solo estaba confundido por la marca y el alfa en mí que rugía por él, pero estaba seguro de q...