¡GATO, MMAGUEBO!
-¡My Lady, cuidado! -escuché su grito pero muy tarde. Me había dado tremendo coñazo con su bastón. -¡Gato mmaguevo! -le grité sosteniendome la frente- nawebona, es que de verdad te empeñas en no servir, Chat Noir. ¿Quién diría que después de dejar la patria junto a la maldición de Chávez botada por el quinto coño me t...