Zaphira Dragomir no apuesta. Ella gana. Pelirroja como el pecado, labios pintados de rojo sangre y una sonrisa que puede arruinarte la vida, Zaphira es la nueva fuerza oscura en Sant Dominic. Su apellido resuena como una maldición entre quienes se atreven a cruzarse en su camino. Ella no juega por diversión ni por estrategia. Juega porque le excita ver al mundo arder. No cree en nadie. No quiere a nadie. Y jamás, jamás, pierde. Hasta que aparece Yumeko Kawamoto. Peligrosamente impulsiva. Insoportablemente fascinante. Yumeko no le teme a nada, y mucho menos a Zaphira. Pero el problema no es el miedo. El problema es el deseo. Porque Zaphira no puede dejar de mirarla. Y lo que empieza como un reto se transforma en una obsesión. Un duelo tras otro, una apuesta más intensa que la anterior. Besos entre amenazas, caricias bajo presión, miradas como cuchillas. ¿Qué pasa cuando dos monstruos se enamoran? Solo una puede ganar. Pero ambas están dispuestas a apostarlo todo... incluso su alma.