𝑳𝒐𝒔 𝑺𝒊𝒆𝒕𝒆 𝑷𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒆𝒔 𝑴𝒖𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒐𝒔 𝒂𝒕𝒓𝒂́𝒔, 𝒎𝒂́𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒂𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒕𝒐𝒓𝒆, 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒈𝒓𝒖𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒅𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒓𝒂𝒛𝒂𝒔: 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝑫𝒆𝒎𝒐𝒏𝒊𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝑯𝒂𝒅𝒂𝒔. 𝑴𝒆𝒅𝒊𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒖́𝒏 𝒅𝒊́𝒂 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒅𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒐𝒃𝒐𝒔, 𝒗𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 𝒚 𝒃𝒓𝒖𝒋𝒂𝒔. 𝑵𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒔𝒖𝒑𝒐 𝒒𝒖𝒆́ 𝒇𝒖𝒆 𝒅𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔, 𝒏𝒐 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒊𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒐. 𝑬𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒂𝒄𝒕𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒍𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒏 𝒂 𝒑𝒓𝒆𝒈𝒖𝒏𝒕𝒂𝒓 𝒂𝒍𝒈𝒖́𝒏 ser sobrenatural si 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒓𝒂́𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒆𝒓; 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐, 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 ahora.

En las sombras del paradisíaco océano de los pecados capturados y por supuesto, bajo el velo sutil que envuelve la naturaleza saboreada de las existencias entrelazadas, surge una pregunta intrigante: ¿Cómo reaccionarían los habitantes de Forks ante la sutil danza de la existencia de las encarnaciones de los siete pecados capitales, especialmente cuando esas presencias no emanan necesariamente de la malicia, sino de la complejidad misma de la creación? Me imagino que no muchos contendrían su asombro ante la percepción única de sus seres. Tal vez, algunos serían atraídos como polillas hacia la llama, sintiendo una resonancia misteriosa entre lo mundano y lo divino. Otros, en cambio, podrían optar por ignorar las señales, temerosos de sumergirse en las profundidades desconocidas del alma humana. Pero sin importar la reacción, estoy seguro de que el aire mismo se tejería con una intriga palpable y una sensación de anticipación, como si el mundo estuviera al borde de un nuevo capítulo en su historia. 𝟑𝟏/𝟎𝟑/𝟐𝟎𝟐𝟎 Reescribiendo 05/06/2024