Un año puede iniciar de distintas formas. Un año puede empezar perfecto, y terminar en desastre. Un año puede ser la construcción, y otro puede ser la demolición. Pero, ¿Qué sucede si estos dos últimos terminan ligándose? Alguien tendría que ganar, y alguien tendría que perder. Y éste año ha iniciado con: La aparición de una familia poderosa. Con la aparición de los Stanfort. Una mujer extremadamente potente, reina de la mafia. Un asesino con delirios de venganza; con un impecable plan entre ceja y ceja. Secretos ocultos, detrás de rostros angelicales. Verdades a medias, plagadas de consecuencias. Un juego. Y una chica extremadamente metiche. Todos ocultan algo en lo más profundo de su ser; puede que, algo doloroso, algo malicioso, o simplemente algo. Por esa misma razón es que en éste círculo las apariencias engañan, y absolutamente todo a tu alrededor puede parecer algo que no es. Como que, nada es lo que parece. Pero por ley, lo que empieza en un año, también debe terminar en Otro año más.

Estoy residenciada hace veinte años en el edificio Toom que está ubicado en media ciudad de Nueva York, allí he pasado los mejores años de mi vida, también he conocido las mejores personas... Últimamente he tenido que salir a partir de las cinco de la tarde hasta las siete de la noche. Salir de mi edificio a esa hora no era para nada un problema, hasta que conocí a mis nuevos vecinos: Los París. Desde el primer día en que me tope con ellos sabía que ser vecina de ellos retornaría mi estadía en el edificio Toom por completo; en especial por uno de ellos que me topaba todos los días, específicamente a Las cinco de la tarde.