Argumento Ohm Thitiwat, multimillonario ruso, era famoso por estar rodeado permanentemente de supermodelos y aspirantes a actores; pero ninguno de ellos era adecuado para convertirlo en su esposo. ¿Podría cumplir el mayor deseo de su abuela y ofrecerle un nieto? ¿Por qué no tratar todo el asunto como si fuera un negocio? Sin emoción alguna; sólo con un contrato de conveniencia que le asegurara lo que quería: un esposo con el que acostarse, de él que pudiera disfrutar y a quien dejar embarazado para después... abandonarlo.

El famoso arquitecto multimillonario Ohm Thitiwat tiene un secreto. Para que no haya peligro de que se filtre a la prensa, decide encerrarse, lejos de todo el mundo, en la finca de Thitiwat Park donde se ha criado. Hasta que Fluke Natouch, Nieto del ama de llaves que cuida de él, llega a la mansión buscando su aprobación para celebrar una boda en la propiedad que hará que su empresa de organización de bodas gane mayor visibilidad. Ohm, tras negarse al principio, acaba cediendo. Pero con una condición: Fluke deberá acompañarlo durante una semana a su isla griega privada para ayudarlo a él también.

Su vida era ordinaria... su proposición le convirtió en extraordinaria Fluke Natouch, limpiador de casas, no tenía por costumbre toparse con millonarios. Por eso, la aparición de Ohm Thitiwat durante su turno de trabajo no pudo resultarle más inesperada... Entre otras cosas, ¡porque se había presentado allí para decirle que su ausente padre había decidido casarlo con Ohm! El bueno y generoso Fluke era como una bocanada de aire fresco. Aunque su matrimonio estaba destinado a proporcionarle una suculenta fusión de empresas, Ohm se descubrió también absolutamente impelido a ayudar a Fluke. Quiso protegerlo de la pobreza, pero eso significó introducirlo en su mundo...

Ohm era un despiadado e implacable millonario... acostumbrado a negociar. El modelo y heredero Fluke Natouch estaba furioso. El famoso playboy Ohm Thitiwat, increíblemente guapo y arrogante, le había arrebatado la mansión escocesa de su madre ganándola en una partida de cartas. Cuando Fluke logró localizarlo en Oriente Medio decidió enfrentarse a él y reclamar lo que era suyo por derecho, pero, cuando los encontraron en la habitación de su hotel, los dos enemigos se vieron forzados a contraer matrimonio gracias a las leyes del país. Y, sorprendentemente, en lugar de anular la boda en cuanto pudo, Ohm quiso explotar su matrimonio por negocios... y por placer.

«Sigo las reglas, pero las mías». Fluke Natouch era tan auténtico como el pueblo inglés donde regentaba un salón de té. Pero su hogar, su medio de vida y su inocencia corrían peligro. Ohm Thitiwat era un playboy multimillonario, y estaba decidido a comprar la casa de Fluke. Él no estaba dispuesto a desprenderse de lo único que le quedaba de su infancia y su familia, por lo que se enfrentó a Ohm y a la atracción que sentía por él. Y fue el primero que le dijo que no a un Thitiwat.

Para el guapísimo conde italiano Ohm Thitiwat, seducir a cualquiera era algo tan natural como respirar. Tanto en su vida pública como en le privada, Ohm sólo exigía dos cosas: obtener satisfacción y que todo ocurriese de manera discreta entre dos partes que estuvieran de acuerdo. Así que llevarse a la cama al dulce y bello Fluke Natouch sería algo demasiado sencillo. El pequeño inglés era aún más dulce de lo que parecía y era lo más seductor que había experimentado en mucho tiempo... además en secreto, se sentía igual de atraído por él. Pero resultó que el futuro de Fluke ya estaba unido al de otro hombre... Tenía que decidir si olvidarse de él... o luchar hasta que cayera rendido a sus pies.

Cincuenta citas para decidir... ¡si llevará su corona! Lord Fluke, cuando era un joven ingenuo, firmó un contrato y se prometió en matrimonio a un príncipe. Diez años más tarde, para liberarlos a los dos de ese contrato, provocó un gran escándalo al prestarse a ser el protagonista de un artículo que contaría las cincuenta citas de un futuro príncipe. Su plan dio resultado, pero el hermano de su prometido, el viudo rey Ohm, insistió en que él cumpliera el contrato de matrimonio... ¡con él! ¿Cuál fue su primera obligación? Completar con Ohm las citas que faltaban. El impetuoso cortejo era apasionante, pero, independientemente de lo irresistible que fuese Ohm, Fluke no podía olvidarse de que no lo había elegido el primero para que fuese su rey consorte. El maltrecho corazón de Ohm estaría siempre fuera de su alcance...

: Para el guapísimo conde italiano Ohm Thitiwat, seducir a cualquiera era algo tan natural como respirar. Tanto en su vida pública como en le privada, Ohm sólo exigía dos cosas: obtener satisfacción y que todo ocurriese de manera discreta entre dos partes que estuvieran de acuerdo. Así que llevarse a la cama al dulce y bello Fluke Natouch sería algo demasiado sencillo. El pequeño inglés era aún más dulce de lo que parecía y era lo más seductor que había experimentado en mucho tiempo... además en secreto, se sentía igual de atraído por él. Pero resultó que el futuro de Fluke ya estaba unido al de otro hombre... Tenía que decidir si olvidarse de él... o luchar hasta que cayera rendido a sus pies.

Él lo salvó... En un viaje a Italia, Fluke Natouch se quedó completamente deslumbrado por el alegre y encantador Ohm Thitiwat. Lo que no sabía era que a Ohm le resultaba tan fácil vivir el momento, porque cada día podía ser el último de su vida. Pero cuando Fluke descubrió que estaba embarazado, la oportunidad de ser padre le ofreció a Ohm una razón para luchar y recobrar la ilusión de vivir.

Por fin lo tenía donde lo deseaba... en su cama nupcial. Cuando Fluke Natouch besó al increíble conde italiano Ohm Di Thitiwat no imaginaba que algún día acabaría casándose con él para cumplir los últimos deseos de su difunto padre. Fluke había accedido a ser su esposo hasta que cumpliera los veintiún años... El conde Ohm llevaba dos años intentando controlar la pasión porque su esposo era muy joven y no quería pedirle nada hasta que no fuese lo bastante adulto para enfrentarse a él... Pero ahora que por fin tenía veintiún años... lo haría suyo.