Noches de invierno
Solo unos rizos naranjas y un rostro pecoso bastaron para acabar con la tranquilidad y paciencia de Aaron. Liz necesita encontrar un piso con urgencia donde vivir porque su cuello no soportará dormir un día más en el sillón de la casa de su amiga. Aaron alquila una habitación... ¿El problema? Que le haya cerrado la pu...