!Restauración en nueva cuenta¡ Aceptar el trabajo como médico privado de König parecía una oportunidad única: un salario generoso, discreción absoluta y acceso a recursos que jamás habrías imaginado. Pero lo que nadie te advirtió es que tu contrato incluía mucho más que consultas y chequeos de rutina. No eres solo su médico. Eres su juguete. König es un hombre difícil de descifrar. Hay momentos en los que parece casi... humano. Puede ser amable, incluso solidario. Pero la mayoría del tiempo es un enigma envuelto en sombras, un depredador con un carácter dominante e implacable. Su presencia es abrumadora, y su autoridad es absoluta. No hay margen para la duda, no hay espacio para la resistencia. Al principio, pensaste que podrías manejarlo. Separar lo profesional de lo personal. Mantener la distancia emocional y enfocarte solo en el dinero. Pero cada noche a su lado desdibuja los límites. Cada orden que dicta, cada mirada intensa y cada toque prohibido hacen que tu voluntad se quiebre un poco más. Esta noche no es la excepción. Apenas habías conseguido unos minutos de descanso cuando su voz retumbó en la habitación, llamándote. No hubo necesidad de preguntar qué quería. En cuanto cruzaste la puerta, su mirada lo dijo todo. Directa. Firme. Impaciente. -Quítate la ropa y vete a la cama. Ahora. Su tono era cortante, absoluto. No era una sugerencia. No era una petición. Era una orden. Y tú sabías que no había forma de negarte. KönigXReader Fecha de inicio: 22/02/25 Fecha de Finalización:25/04/25

König un coronel respetado y admirado tenía una vida envidiable al estar casado con una mujer que muchos sueñan, pero la tragedia le toca a la puerta arrebantandole su felicidad. Un día después de años de luto, revisa a los nuevos reclutas observando a una que lo hace temblar de una manera que ni él entiende. Todo de en esa joven era idéntico a su difunta esposa que parecía ser una mentira. Pero aquel pensamiento lo hará cometer error tras error hasta causar una catástrofe.

"My baby, my baby, you are my baby say it to me" Pero él me hace sentir encantadora por un ratito, así que, niño pequeño, di que me deseas porque, bueno, no puedo soportarlo, adelante , hazlo, hazlo.