W-Dayer
Viktor lo extraña, lo quiere, lo ama.
No hay cosa que él no haría por su pequeño retoño, para traerlo, para llevarlo consigo mismo. Eso era muy egoísta, sin embargo, ahí estaba... Deseando que algo como aquello fuera real.
"¿Tus dioses existen, Gillen?" se preguntó esa noche.
Quizá... sí.