365 días de poesía, es un cúmulo de letras dispersadas dentro del universo poemático para caer ante los ojos de quién le quiera leer. Este poemario es un reto personal donde podrás encontrar poesía, poemas, prosa poética... Etc Si encuentra alguna similitud con la vida real, es porque es una experiencia basada en hechos reales. Bienvenidos(a)

Hola, soy Fígaro y estoy en cuarentena. De hecho, medio mundo lo está. Y todo por el famoso coronavirus que sale hasta en la sopa. Porque, por si no te has enterado todavía, es una pandemia global y no podemos ni debemos salir de casa. Pero a mí lo de salir me da lo mismo, la verdad. Poca diferencia voy a notar entre el confinamiento doméstico y cualquier otro día de mi vida, sobre todo estos últimos meses... Lo único que me jode profundamente es no poder disfrutar de las calles vacías, sin toda esa marabunta de ruido en forma de gente hacinada como borregos. No es que odie a las personas, es solo que la mayoría me dan una pereza terrible. El caso es que no se sabe muy bien qué esperar de la situación actual, ni de cuánto durará. Conque, por si se tratase del tan esperado apocalipsis, me he decidido a documentar mi día a día. Quién sabe, tal vez mi insignificante vida sea el último documento escrito de la humanidad... aunque ya me jodería, la verdad.

Relatos de mi vida, sucesos que cambiaron mi manera de pensar, forma de actuar, a ser más empática, risas, penas, dolor, incertidumbres en situaciones que me han hecho ser mejor persona y me han enseñado a conocer como es la gente, en realidad quien vale la pena tener o no en tu vida como indispensable o importante. ¿Por que me toco a mí ? No lo sé. Pero he aprendido que en la vida todo pasa por alguna razón, sea bueno o malo, siempre se aprende algo mejor. La actitud jamás se tiene que perder, por que es lo que te mantiene viva (o). La vida te da situaciones en las que solo tú sabes como acondicionarlas para luego enfrentarlas, En las que te enseña o mejor dicho en mi caso me ha obligado a ser fuerte, de la mano del cáncer. Lo que me ha enseñado a apreciar lo simple, de agradecer el poder vivir un día más, de abrir los ojos en la mañana y tener a mi lado la persona que amo, de poder disfrutar momentos junto a mi familia, de reír de nuevo, incluso de poder caminar en la calle sin ningún problema ni miedo a que unos pasos más adelante me puedo tropezar y caer o que no puedo subir una escalera por que el tratamiento que recibo desgasta tanto mi cuerpo que ha provocado que no lo pueda hacer o Como el poder sacar a pasear a mis mascotas, entre muchas más...

La primera luna nueva del otoño anunciaba la inminente llegada de Mamá. Y debéis saber que Mamá nunca se iba con las manos vacías. Han pasado más de veinte años, pero su aciago recuerdo sigue atormentando los pensamientos de los protagonistas, quienes no dejan de preguntarse si algún día Mamá volverá a reclamar lo que le pertenece. *Historia participante en los #wattysawards2019* ******* ¡Saludos, lectores! Esta es la primera historia que hago pública en una plataforma como esta. Obviamente, no es perfecta y las partes publicadas puede sufrir pequeñas modificaciones a lo largo de la edición. Por descontado, vuestros comentarios y votos serán de gran ayuda para ir mejorando este y futuros proyectos. Con todo, he de aclarar y advertir que esta NO es una historia de amor maternal, y que, aun siendo ficción, contiene pasajes que podrían resultar duros para algunas personas. ¡Gracias y feliz lectura!