Lo común está sobrevalorado. Una chica nada común,un chico con muchos demonios internos. Un amor fuera de lo convencional. El amor será suficiente motivo para luchar y desprenderse de sus demonios. ¿Valdrá la pena luchar por amor?

Quien diría que una mujer nos tendría es sus manos a nosotros los hombres más codiciados del pais y sobre todo más adinerados y apuestos y mujeriego. Si me hubieran dicho que a mis 23 años me iba a casar con 5 hombres a puestos no me lo creería me hubiera reído en su cara y les diría que esta loc@.

Trilogía: amores vehementes Lena era hija de una prostituta drogadicta, desde pequeña había perdido a su padre y estudiaba con una beca en una universidad, hasta que un día todo eso cambiaría al verse sumergida en la tentación de los dos hermanos de ojos grises que la harían perder la cabeza y llenar su vida de misterio y lujuria que conllevan los hermanos Walker...

La vida de Brook da un cambio radical cuando tiene que ir de La gran Manzana, a Texas por ordenes de su padre. Decidida a cambiar su vida, conoce a los hermanos Dawson que pondrán todo su mundo de cabeza. Historia registrada bajo SafeCreative. Está prohibida la COPIA, ADAPTACIÓN o PLAGIO.

Logan es un jugador de baloncesto mundialmente conocido por sus canastas en sus partidos, deseado por muchas, con demasiada experiencia en mujeres, pero sin amor para darles ya que lo entregó todo cuando tenía diecisiete. Heather es gimnasta profesional, también una muy buena deportista con un nivel extraordinario. Ella evita más a los hombres por sus pésimas experiencias metiendo en el meollo a Logan, quien fue su mejor amigo de la infancia aunque con cierta edad tuvieron algo sin confirmar. Un verano es lo que hará que estos dos se odien aún más o vuelvan a quererse como lo hacían resignándose que están hechos el uno para el otro, les guste o no.

¿Fiesta de San Valentín?, ¿Que podría salir mal?, total, no tendré amigos, ni novio, pero, a una fiesta jamás falto. Pero, si me hubieran avisado que terminaría acostada en la cama del criminal más buscado de toda la cuidad, jamás hubiera asistido a aquella celebración. Pero eso no es lo peor, lo peor es que ese tipo se había obsesionado conmigo.

¿Quién dijo que el amor solo podía ser de dos... y que el pecado venía de a siete? Nadie. Ellos no son un cuento de hadas. Son fuego, locura y destrucción. Solo con mirarlos a los ojos, ganas un boleto directo al infierno. Nadie le advirtió a Blancanieves sobre los siete enanitos... Como tampoco nadie me advirtió a mí sobre ellos. Dicen que el amor más peligroso es el de un psicópata, un asesino y un obsesivo compulsivo. Pero ellos no se conforman con uno solo... Ellos lo son todo. Siete personalidades. Siete pasados oscuros. Un mismo objetivo: > Acabar con cualquiera que se atreva a tocar a su mujer. No hay reglas, no hay límites, no hay redención. Ellos son los KRADS. Y ahora... también son míos. Mi portada fue creada por mi chat gpt

|Vas a volverme loco si sigues aquí.| me sonrojo al leer su mensaje. |No me puedo concentrar si tu vestido se sube de esa manera.| me doy vuelta para verlo, su mirada esta fija en mi. Suena mi celular otra vez. |Eres aun más hermosa sonrojada.|- leo el mensaje y me sonrojo aun más. Me llega otro. |Pero sin nada de ropa. |- muerdo mi labio inferior. Rápido me levanto del suelo y lo espero ansiosa, mi cuerpo reacciona con un jadeo cuando une nuestros labios en un beso desesperado. Sus manos bajan por mi espalda y se cuelan por debajo del vestido, donde bajan mi tanga. Tiro mi cabeza para atrás cuando empieza a rozar sus dedos en mi sexo y su lengua pasar por todo mi cuello. Gimo fuerte cuando inserta un dedo dentro de mi y con otro hace círculos en mi crítoris, mis piernas tiemblan, me aferro fuerte de sus brazos enterando mis uñas en ellos. Sube la intensidad, cierro mis ojos, gimo y gimo hasta que me llega un orgasmo que me deja casi sin respiración. Abro mis ojos y lo veo llevar el dedo que tenía dentro de mi a su boca chupandolos. - Exquisita mi sol.- dice antes de besarme y subirme arriba de él. •Historia totalmente mia •+18 •Sin editar