Una vida maravillosa
estoy acostumbrado al maltrato de la gente, su indiferencia, cada golpe, insulto y mirada de desprecio alimentan un vacío enorme y hambriento que crece poco a poco en mi pecho, ese pequeño hueco por momentos hace brotar fuego de mis entrañas, juro que algún día quemare este maldito pueblo con el ardiente fuego que ema...