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Sebastian Kilgore, excoronel militar, perdió a su hijo en agosto de 2006 durante un episodio de trastorno de estrés postraumático. Cuatro años después, aunque ha sido declarado estable, sigue viviendo con la culpa y la certeza de que ya no encaja en ningún lugar. Decidido a empezar de cero, abandona el hogar que había construido para su hijo y se muda de Estiria a Viena, sin esperar demasiado del futuro.
Bernadette Kennedy es enfermera, madre de Sam y responsable del cuidado de su madre, que padece demencia. Entre las obligaciones y el abandono emocional del padre de su hijo, ha ido perdiendo el espacio para sí misma, y cada día siente cómo su felicidad se desgasta un poco más.
En busca de un respiro, lleva a Sam a la granja que visitan desde hace años. Allí conocen a Sebastian, un hombre silencioso y herido que no imaginaba volver a conectar con nadie, mucho menos con un niño. Pero Sam lo acepta de inmediato, y esa simple cercanía empieza a mover algo que los dos adultos creían dormido.
Bernadette no sabe si permitir que esa cercanía avance, y Sebastian no cree merecerla. Pero ¿quiénes son para negar las risas de un niño que, sin darse cuenta, les ofrece la posibilidad de construir un nuevo hogar?
* La versión sin censura está disponible en Inkitt y Booknet.