Podría admirarte por minutos, días, años y aún así seguiría pensado que el universo conspiró en tu creación.

"Hay un chico que toma un par de clases en mi salón y siempre se sienta a mi lado. Es algo tímido y nunca lo he visto hablar con muchas personas, pero parece agradable y tranquilo. Su seriedad e introversión hacen que cada vez la curiosidad que tengo crezca y me quiera acercar a él, aunque tal vez no sea lo mej..." -Linda libreta -Su voz me hizo que dejara de escribir y lo mire cerrando la pasta de ésta- Tranquila, no leí lo que escribías. -No era nada, solo cosas bobas -Respondí desviando la vista. Era ahora o nunca- Soy Becca -Dije sin expresión alguna y busqué sus ojos. El chico frunció levemente el ceño y una pequeña sonrisa ladeada apareció en sus labios. -Llámame Cazz. -¿Cazz? -Con doble zeta -Dijo antes de tomar asiento a lado mío y quedarse callado mirando hacia en frente como acostumbraba a hacer. NOTA DE EDICIÓN Esta es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes o bien son producto de la imaginación de la autora o se utilizan ficticiamente, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, sucesos, o lugares es mera coincidencia.