Un mensaje. Un invierno. Un beso. Una lágrima más que derramar.

Sus ojos color turquesa fueron el motivo de que se dejara llevar en esa fiesta, solo pudo ver sus ojos y ya nunca los pudo olvidar. Fue un buen momento, solo eso fue... O eso pensaba hasta que el dueño de los ojos turquesa aparece nuevamente en su vida, y esta vez si sabe quien es... Un magnate de los negocios y un profesional con las mujeres. Madisson no quiere sucumbir nuevamente ante sus encantos, pero Alexander se lo pone difícil... Decide dejarse llevar, solo es un juego... ¿Que puede salir mal?

La vida de Max da un giro de 360 grados cuando a su vida entra una desconocida, una joven extranjera de Sudamérica para poner de cabeza todo su mundo. Él intentó no mirarla con deseo, era demasiado joven e inteligente para él. Max nunca imaginó que llegaría a cambiar, y todo por una preciosa mujer que invadió tanto su hogar como sus pensamientos. ¿Será amor?, ¿O la atracción es mucho más fuerte? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE, PROHIBIDO EL PLAGIO DE CUALQUIER TIPO: Código: 1403170371410 Licencia: Todos los derechos reservados

Todo el mundo sabe el odio que hay entre Lucas, el chico guapo y popular, y Victoria, la chica más bien normal que cae bien a todo el mundo. Lo que nadie sabe es de donde nace todo este odio. Este año, se descubrirán muchos secretos y momentos que consideraban perdidos, y lo que nadie sabe, es que ambos comparten un pasado común. **** -Estoy bien, Chris, ya se me ha pasado... -¿Segura? Porque ahora mismo tienes la misma cara que una ardilla con la rabia... Me giro y le doy un golpe en el hombro por su comentario, aunque ha conseguido sacarme una sonrisa, porque se que lo ha dicho en broma para animarme. -Sí, bueno, si las ardillas fuesen verdes, claro está. Cuando acaba la frase Lucas se empieza a reír por su chiste. Lo mato, juro que quiero matarlo. Cuando me voy a tirar sobre él, Chris me vuelve a coger e intenta poner paz entre ambos. -¡Gilipollas! ¡Yo te juro que te mato! -Uhh, mira como tiemblo, sapo. En cuanto acaba la frase le miro a él y luego a Lucas. Ambos están tan sólo con una toalla, con el pecho al descubierto. Me fijo en que el pelo rubio de Chris está todavía húmedo de la ducha, y su pecho está muy cerca de mí, ya que no está seguro de que vaya a matar a Lucas. En seguida noto como la sangre me sube a la cara. Intento no fijarme mucho en el cuerpo de Chris. "Vaya cuerpo, dios mio... Este tío debería ir más sin camiseta..." -¿Sabes, sapo? Si lo que querías era verme desnudo, no hacía falta tanta comedia... Podías habérmelo dicho y nos duchábamos juntos, así ahorramos agua. Me guiña el ojo y se empieza a reír hasta que me suelto de Chris y le doy un puñetazo en la nariz.