Kageyama y Hinata han estado saliendo durante unos meses y su relación va muy bien. Tan bien, de hecho, que Kageyama siente que debe haber algo que vendrá y lo arruinará. Desafortunadamente, tiene razón.
Iwaizumi, sin quererlo, se ha enamorado de su mejor amigo. El sentimiento es tan puro y transparente que no puede ocultarlo bien.
Él necesita confesarlo.
Y no importa eso, porque Oikawa tiene otros planes.