- «¿Sabes su nombre?» - Jack se acercó y se sentó frente a mí viéndome en su forma lobuna. - Sí. - «Dilo» - Andy - y emocionado se abalanzó hacia mí.

Ethan es el Alfa de una de las manadas más fuertes del mundo, fueron años de liderazgo y batallas ganadas, hasta que años después, siente la pesadez de la soledad y se propone en encontrar a su compañera de vida para así poder acompletar su vida como líder, pero lo que no se esperaría es que se tardaría 3 siglos en encontrar a su alma gemela. Y siendo así su única misión en encontrarla , es que sería en el pueblo de los humanos. Su luna sería nada más que una joven humana. Así que no le quedara de otra que conquistarla a su manera y no como su lobo hubiera querido que era secuestrarla...

-¿acaso realmente existes?.-pregunté al ver aquel enorme animal frente a mi. El enorme lobo no hizo nada más que acercarse a mi para olfatearme. Giré mi rostro del miedo pero de la nada sentí el tacto de unos gruesos y raspados dedos. Mi mirada se dirigió al enorme lobo que había desaparecido para encontrarme con un alto chico con unos ojos demasiados hermosos -eso debería preguntar yo también.-su gruesa voz hizo que la mi piel se pusiera completamente erizada.

Un día como cualquier otro mi Mate el Alpha de La Manada Luna Azul Damien White el chico más codiciado y deseado por todas las Lobas de la Manada, me rechazó como su Mate. "Yo Damien White Alpha de La Manada Luna Azul te rechazo a ti Elena Black como mi Mate y Luna de la Manada." Al escuchar tales palabras respiré profundo y dije: "Yo Elena Black acepto tu rechazo Damien White como tú Mate y Luna de la Manada, además de desterrarme a mí misma y volveré cuando sea oportuno..." Lo vi caer de rodillas agarrándose del pecho con lágrimas en los ojos, lo miré fríamente y por último le dije mirándolo directamente a los ojos: "Lo que acabas de hacer lo pagarás caro y llorarás lágrimas de sangre, lo peor de todo esto es que... no sólo me decepcionaste a mí... sino también a alguien más que muy pronto conocerás si es que esa persona lo desea..." Me di la vuelta y me fui con la frente en alto.

Evan era solo un adulto aburrido cuando la conoció. Su nombre era Elizabeth y ella afirmaba que Evan era su mate. Al final, sin preguntarle su opinión, Evan viajo a Italia, en donde se localizaba la manada de Elizabeth. Pensó que al fin había llegado la Sugar Mommy que tanto deseaba, pero quien hubiera pensado el paraíso que tanto esperaba estaba lleno de conflictos.