AU Aruannie. Annie Leonhardt acaba de salir, corriendo, de una situación que no esperaba y para la que no estaba lista. Y en medio del sonido de las copas y el humo de sendos cigarrillos, se da cuenta que en vez de escapar, deseaba volver. DISCLAIMER: Shingeki no Kyojin y sus personajes pertenecen a Hajime Isayama, la historia me pertenece a mí. A diferencia de la mayoría de mis fanfics, este es un oneshot autoconclusivo. Así mismo no corresponde al género que usualmente escribo, donde introduzco lemon. En este ocasión quise enfocarme más en la parte emocional. Inspirado en la canción "Chandelier" de Sia y basado en el poema "Hollow Men" de T.S. Elliot, que es uno de mis favoritos.

«Este Fanfic participa en el reto "Nuestro amor es tan..." Del reto en la pagina Es de fanfics.» Azul. Se perdió en aquella mirada del color del cielo y ahora se ha ido. La vida se apaga, la voluntad se desintegra. Tal vez la vida le da una segunda oportunidad. Pero sólo son las consecuencias.

El temor lo estaba consumiendo: un monstruo de helada mandíbula que recorría su cuerpo, que le susurraba que era el final, lo perdería. Gracias a su obstinación, la persona que más amaba moriría. •AU •Yaoi/ShonenAi •ErenxJean. •Shingeki no kyoujin no me pertenece, es propiedad de Hajime Isayama.

Representación de un futuro alterno luego del capítulo 103 del manga SHINGEKI NO KYOJIN de Hajime Isayama. [Galliard es capturado y lo llevan a ser comido por Historia Reiss, la reina de la isla Paradis.]

Esa sonrisa maravillosa generó una explosión en su interior. No se consideraba un sujeto particularmente sensible, podía afirmar más bien lo contrario, ya que su carácter se había forjado en base a constantes desventuras y dolores, además de tragedias. Se había endurecido. Sin embargo, en algunos muy pequeños momentos su corazón le recordaba que aún era humano, ya que su ritmo variaba ligeramente y esto lo ponía ansioso. Porque no podía comprender cuál era la causa específica de ese desperfecto en su sistema. Era un desperfecto, sí. Debía serlo, porque no hallaba otra forma de nombrarlo.

El hijo del Sol, fuerte, inteligente, valiente. El hijo de la Luna, sereno, apacible, virtuoso. Los dos pequeños se convirtieron en la dicha de sus padres, dejando atrás sus días de soledad. Al menos hasta el día en que visitaron la Tierra por primera vez y conocieron el amor de la forma menos esperada.

Erwin hace un viaje a París para terminar su novela sin saber que encontraría mucho más que inspiración en La ciudad del amor.

-¿Confías en mí? -espetó, preso de una angustia que no sentía desde que era niño. No supo en qué momento ocurrió, pero una mano suya terminó en la muñeca de Farlan. -¿A qué viene eso? Yaoi / Lime / FaRi.

Dos mil citas después, Erwin y Levi se dirigen a su boda mientras sus padres recuerdan cómo comenzó ese noviazgo cuando apenas tenían siete años. [Secuela de ¿Cómo se besan los amigos? y Cosas de novios]

Levi ha sido un ángel de la muerte por mucho tiempo, tanto que está más que acostumbrado al trabajo, o al menos eso pensaba antes de conocer a Erwin, un ex-policía que le ayudará a entender que nunca es tarde para comenzar a sentir, mientras él trata de descubrir por qué ese hombre le resulta tan conocido.